Es bien sabido que el café forja su carácter gracias, en particular, a sus 800 compuestos aromáticos. Intensidad, amargor, redondez, acidez, color, aroma… ¿Te pierdes entre tantos términos? ¡ Café Liégeois ha preparado una guía sencilla y rápida, digna de un especialista en enología, para convertirte en un buen profesional del café!
1/ Observa el color de tu café
El primer paso es visual. El color nos da muchas pistas sobre la composición y la calidad de tu café. El análisis de la crema, por su homogeneidad y textura, indica la intensidad del tueste. La crema de nuestro Puissant será más oscura, mientras que la de nuestro Subtil será más clara. Los profesionales del café incluso pueden identificar el país de origen gracias al color de esta espuma: los tostadores saben que algunos granos no se pueden tostar al máximo, lo que puede influir en el sabor. Una crema cremosa y densa anuncia una gran riqueza de sabor y aroma.
2/ Siente el olor que emerge
Tras el análisis de color, el siguiente paso es el olfato. De hecho, los profesionales tienen la capacidad de definir la intensidad y potencia del café gracias a su aroma. El proceso continúa disolviendo la crema con una ligera inclinación de la taza: se liberan los aromas, que nos revelan las características típicas del café, como las notas frutales presentes en nuestros cafés Chiapas y Kivu Floral, Noisette Cocoa o Caramel Vanilla .
3/ Finalmente, prueba tu café.
Llegamos al último paso de esta guía para expertos en café: ¡la cata! Esta te indica el tueste, la acidez, el amargor y todos los aromas que te permitirán determinar si este café es suave o fuerte. Pero aún más importante, si este café es de tu agrado.
Porque no lo olvides: ¡un buen café es un café que te gusta!