Piénsalo bien, la intensidad y los aromas del café no provienen únicamente de su tueste o método de preparación. De hecho, todo comienza con la variedad del cafeto.
Existen más de 80 tipos de cafetos ( Coffea ), sin embargo, solo dos se cultivan para degustación: el Coffea arábica (café arábica) y el Coffea canophore (café robusta).
Café Liégeois te guía a través de estas diferentes variedades de café para que puedas elegir mejor y disfrutar de tus momentos con cafeína.
El café arábica
El café arábica es la variedad más cultivada del mundo (alrededor del 70% de la producción mundial). Surgió hace muchos siglos y debe su nombre a su lugar de origen: la península arábiga, entre Etiopía y Yemen.
El Coffea Arabica prospera en ambientes húmedos y sombríos, así como en altitudes elevadas (entre 800 y 2000 metros).
Las variaciones de sabor del café arábica provienen principalmente de su origen. Podemos encontrar esta planta en Sudamérica (Brasil, Colombia, Guatemala), Centroamérica (México) y África (Etiopía).
Aunque la mención de 100% Arábica suele percibirse como un indicador de calidad y suavidad del café, en realidad se trata de una cuestión de origen, sabor y mezcla. Además, la idea de un café más «accesible», asociada al Arábica, se debe en realidad a su mayor porcentaje de azúcar en comparación con el Robusta, lo que enmascara su acidez.
El café Robusta
Al igual que la planta Coffea canéphora , una planta robusta, fácil y rápida de cultivar, el café robusta es de cuerpo completo y fuerte, con aromas amargos. Por ello, su consumo es considerablemente menor que el del arábica y su precio es mucho más bajo.
Sin embargo, algunos cafés Robusta son capaces hoy en día de competir con la calidad de otros Arábica. Gracias a su cultivo, tueste y preparación, el Robusta presenta una complejidad que tiende a ser tan grande como la del Arábica.
El café Robusta rara vez se consume puro. A menudo se utiliza en mezclas donde sus cualidades más destacadas son su cuerpo robusto, sus notas terrosas y achocolatadas.