¿Sabías que los griegos inventaron el café helado? Y según la leyenda, la creación de esta refrescante bebida de café fue completamente accidental.
En 1957, un representante de Nestlé Suiza viajó a Grecia para presentar el lanzamiento de uno de sus nuevos productos: un café instantáneo con chocolate para niños. Para preparar esta bebida, bastaba con mezclar el polvo instantáneo con agua caliente y leche en una coctelera.
Durante su descanso, un empleado de Nestlé decidió prepararse un café instantáneo. Al darse cuenta de que no tenía agua caliente, optó por usar agua fría. Vertió el café instantáneo, el azúcar y el agua fría en una coctelera y preparó el primer café frappé. A partir de ahí, Nestlé lanzó la marca, que rápidamente se convirtió en un éxito en Grecia y la isla de Creta.

La receta moderna del frappé de cafetería
Hay varias maneras de preparar café helado, pero la receta clásica lleva una taza de café filtrado, leche y azúcar. Todo se mezcla en una coctelera con unos cubitos de hielo y se sirve en un vaso alto.
¿Y qué tal un café frío?
El café frío se prepara en Quebec desde hace bastante tiempo. A diferencia del café helado, el café frío se prepara infusionando el café con agua fría. Debido a esta técnica, el producto final es muy amargo, con notas de sabor intensas pero menor acidez.
Como el café frío se prepara sin calor, necesita reposar hasta 24 horas antes de poder disfrutarlo. Pero lo bueno es que se puede conservar hasta tres meses. Tiempo suficiente para prepararlo de muchas maneras: recién sacado del refrigerador, con hielo, con leche, jarabe de sabores, azúcar… ¡Hay una receta para cada gusto!

