El café es el segundo producto más comercializado del mundo, ¡solo superado por el petróleo! ¿Cómo se desarrolló este producto a lo largo de los siglos?
Etiopía, la tierra natal:
Los cafetos probablemente provienen de Etiopía, de la provincia de Kaffa. Cuenta la leyenda que un joven pastor etíope observó que sus cabras estaban inusualmente excitadas; al probar los granos rojos, sintió su efecto energizante. Hoy en día, es imposible precisar con exactitud este suceso. Sin embargo, sabemos que esta bebida se importó de Moca a Yemen durante el siglo XVI .
En el centro de una controversia religiosa:
En aquel entonces, estos granos permitían a los musulmanes mantenerse despiertos durante la meditación. Posteriormente, su popularidad siguió creciendo en Egipto, Turquía y Persia gracias a comerciantes y peregrinos. Sin embargo, existe un debate religioso en contra de estos granos estimulantes. Algunos se preocupan por sus efectos: ¿acaso no es tan perjudicial como el vino? Tras numerosas negociaciones, se prohíbe el café. Por desgracia (¡o por fortuna!), esta prohibición llega demasiado tarde, ya que una cafetería abre sus puertas en Turquía. Tomar café al despertar se convierte con el tiempo en un ritual diario, incluso para el sultán Solimán.
Fue entonces cuando los comerciantes italianos, intrigados por el viaje de un médico alemán a Constantinopla, llevaron granos de café a Venecia. Su popularidad se disparó inmediatamente en el siglo XVII.

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Bendecido por el Papa:
Una vez más, surgen cuestiones religiosas: ¿acaso esta bebida no es un veneno creado por los infieles para pervertir a los creyentes? Para obtener una respuesta definitiva y demostrar lo contrario, el papa Clemente VIII prueba esta nueva bebida, que le parece deliciosa, y se niega a dejarla en manos de los musulmanes. Así pues, con la aprobación del Papa, el café continúa su desarrollo sin problemas.

