Hace unas semanas, hablamos un poco sobre el Salón 1861 , así como sobre el antiguo La iglesia de San José, transformada en un espacio colectivo de trabajo y reunión. Sin duda, este fenómeno de transformación de edificios religiosos es una especialidad de Montreal, como lo demuestra el proyecto del espacio Tonus de Saint-Jude. En este espacio, centrado en la reconversión arquitectónica, podrá disfrutar de nuestro delicioso café Liégeois.

El encuentro de los estilos
Fue una idea audaz convertir una iglesia en la meseta de Mont-Royal en un gimnasio y spa urbano. Esta interesante idea surgió de los tres propietarios del local, quienes hace unos meses ganaron la apuesta para crear un remanso de paz en el corazón de la meseta. El arquitecto y profesor de la Universidad de Montreal, Tom Balaban, diseñó los planos de Saint-Jude. Los muros de ladrillo y las vidrieras de la iglesia conviven con la moderna estructura de hormigón y acero. Una auténtica fusión de estilos, entre lo antiguo y lo nuevo.

Ambiente zen y lugar relajante ideal para tomar café.
El espacio ofrece una tranquilidad natural que invita al silencio y al descanso. En el salón, los miembros de Saint-Jude pueden disfrutar con calma de los productos gratuitos del Café Liégeois. Un servicio impecable y una máquina de alta gama realzan los mejores sabores de los granos de café Liégeois. Nada como disfrutar de un momento Liégeois en una atmósfera zen que evoca sutilmente el contexto de introspección en el que los fieles se sumergían en este pequeño espacio. Representa un marcado contraste con el ritmo frenético de la vida en Montreal y la calle Saint-Denis.
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