No es de extrañar que en Café Liégeois seamos unos auténticos cafeteros. No hacemos más que pensar en café, hablar de café, preparar café y, por supuesto, beber café. Yo, por ejemplo, me tomo un café negro Tradition y dos espressos Magnifico para empezar bien el día. Y cuando necesito un empujoncito después de comer, suelo optar por un espresso Kivu . ¡Eso son cuatro cafés al día!
Antes me preocupaba un poco mi consumo de café, pero tras descubrir algunos datos históricos sobre el café, me di cuenta de que soy bastante moderado en comparación con algunas de las mayores figuras de la historia. Filósofos, escritores, políticos e incluso músicos han dependido de esta bebida para crear las obras que los han convertido en leyenda. Quién sabe, quizá el mundo no sería el mismo hoy sin la ayuda de unas cuantas (docenas) de tazas de café.

Desde compositores hasta políticos, aquí tenéis una breve lista de algunos de los mayores bebedores de café de los últimos quinientos años:
Ludwig van Beethoven
Este famoso compositor era tan meticuloso con la creación de su música como con la preparación de su café. Se dice que Beethoven contaba exactamente 60 granos de café para preparar su taza matutina. Según él, esta era la dosis perfecta para obtener una taza excepcional.
Voltaire
«Si no existiera el café, habría que inventarlo», ¿verdad? El escritor francés Voltaire es conocido por ser uno de los mayores bebedores de café de todos los tiempos. Se rumorea que bebía entre cuarenta y cincuenta cafés con chocolate al día. Aunque muchos temían que esta cantidad alarmante le causara la muerte, Voltaire vivió hasta bien entrados los ochenta.
Juan Sebastián Bach
¡No en vano el compositor creó una mini ópera basada en el café! La Cantana del Café es un relato corto sobre un padre que exige a su hija, adicta al café, que abandone la bebida para poder casarse. Por suerte para ella, ¡había muchos pretendientes igual de cafeteros dispuestos a casarse con ella!
Teddy Roosevelt
Para quienes tengan curiosidad por saber el origen de los cafés tamaño Venti, todo se remonta al expresidente Roosevelt. El presidente bebía un galón entero de café al día. Incluso su hijo comentó sobre la obsesión de su padre, señalando que su taza era «más bien como una bañera».

